Una reflexión de Joaquim Labiós de Vriese en torno a la instalación Hamburguesa del Artista Eduardo Bermejo.
Organiza la exposición Sergio Valiente del Colectivo Locurarte.
La muestra se podrá ver a partir del viernes 6 de septiembre en la sala polivalente La Llimera, en Valencia.
Calle Pérez Escrich,13. Junto al Magazine Club.
En este mundo de contrastes parece que no podemos quedarnos nunca a medio camino. Así que pasamos la mitad de la vida corriendo, al estilo de Franka Potente en Lola Rent [Corre Lola, corre] para llegar a sitios muy tranquilos y paradisiacos con el fin de relajar la respiración.
Y la hamburguesa da mucho que hablar, la carne, las enfermedades relacionadas con la carne, el sufrimiento animal ligado a la producción de la carne, los colorante, los conservantes, el olor a mantequilla, la producción de la mantequilla, el ganado atado a modernas máquinas que chupan las ubres de las vacas, la luz artificial... La hamburguesa pintada podría considerarse, con permiso del autor, una referencia al pop art, ya que bebe del consumo de masas y mira de reojo al mundo publicitario e incluso al absurdo. Recuerda a Damien Hirst o a Jeff Koons en sus inicios por la utilización de urnas en la que atrapa objetos..
Si la sopa Campbell fue uno de los primeros objetos de consumo habitual que se convirtió en arte, en su lata, con su caldo acido y dulce, ahora se convierte en arte incluso el artista, mimetizado sobre el fondo. Y si es chino y perseguido o un tío a quien nunca se le ve la cara, o un tipo demonizado por alguna religión, mejor, mucho mejor. ¿Pero eso es arte o es publicidad? Cuando sale en el informativo una noticia de algo que es arte... es arte?
El arte es arte desde el momento en el que reflexiona o hace reflexionar, y tiene valor con la perspectiva del tiempo, del tiempo muy dilatado, del tiempo sin prisa. En el año 2080 ¿como verán esta instalación?, ¿que comerán mientras vean una foto de esta instalación?, ¿qué reflexionaran? Dentro de 60 años como serán las hamburguesas? ¿eternas?, ¿serán de carne de vacuno o de células madre reproducidas sin dolor?, ¿será de tofu? ¿Serán de vacas que viven felices en idílicos prados y que tienen una muerte tranquila, asistida por expertos, con especialistas en reiki que ayudarán al animal a iniciar el viaje hacia la otra dimensión?
La lata de Campbell tenía dentro una masa roja que todos conocemos y que es mágica, puede permanecer años inmutable. Eso es lo que ha supuesto nuestro aumento poblacional hasta ser la peor plaga de éste planeta... la conservación de los alimentos. Los humanos ganamos a las cucarachas y a las ratas en el concurso de ver quién es más omnívoro, no se nos resiste nada que se pueda chupar, tragar, beber o masticar.
Las envases forman islas kilométricas y crean montañas artificiales en África de basura que salen en barcos de madrugada de nuestras ciudades, son los receptáculos de aquello que nos da la vida, la longevidad y la procreación exponencial.
Y he aquí que la posmodernidad es de los Zombis, nos apasionan porque tal vez son una metáfora de nosotros mismos. Creamos arte, cine, pintamos sobre cosas que nos inquietan, Los zombis están de moda porque nosotros somos los zombis, los zombis obedecen a patrones, son instintivos y predecibles, están podridos pero nunca desaparecen.
Los operarios que hacen los panecillos de hamburguesa, viven de forma similar a las vacas, con luz artificial, atrapados en tareas mecánicas.
La hamburguesa de la urna es una lata de Campbell dada la vuelta, en la que la salsa se ha quedado fuera, a modo de protección artificial, y cuyo contenido que es el pan, la lechuga y la carne, se come...
La solución final que le queda al ser humano será esta, convertir en comestible incluso el envoltorio, el contiente, la pintura, e incluso la urna y el pedestal porque estamos abocados a acabar fagocitando todas las cosas.
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