"Tengo 2 noticias que darte, una buena y una mala. La buena es que no me acuerdo de la mala". Joaquim Labiós De Vriese

viernes, 27 de julio de 2012

Tonto el último: el país de los pícaros

manos sucias, Joaquim Labiós de Vriese
Este artículo puede modificarse cambiarse, revisarse, alargarse o acortarse tras futuras revisiones (son sólo ideas más o menos pulidas, puede contener faltas de ortografía y de estilo, y es sólo un punto de partida, estad atentos a los posible cambios u opinad sobre él. Gracias: Joaquim Labiós (autor) 
España es un país de picaros, de putas, de ladrones y de gente altanera con capa podrida. Madrid roba a los autonomías, los reyes al pueblo, el empresario al trabajador y el funcionario al estado. En España se roba el papel higiénico de los wateres, el azucar de los bares, las servilletas. El folio del trabajo, los bolis. Se roban las cintas en las productoras, se roban planos, se roban ideas, se roba tiempo, arena, pintura, bocadillos. Se roban posters y carteles en los conciertos, se roban entradas, se roban birras. Se roba luz y agua de las compañías eléctricas y estas roban luego al consumidor, a la abuelita y al deshauciado.
Se roba teléfono de la empresa y la empresa te roba sueldo, te roba derechos y te roba la vida. En España el tema ha estado siempre en "colocarse" y una vez colocado aguantar como un campeón, perpetuarse, fundirse en el puesto, aguantar como un jabato, asirse a la silla. Y después de hacerse el culo gordo en el puesto perpetuarse en el horario que te sale de la polla o del coño, según te convenga. 
Y adquirir tus derechos y administrar tú justicia en el puesto. Al que atiendes, al cliente, al que está al otro lado del mostrador.  

Este país está lleno de reinos de taifas, los que creó el franquismo, que colocó a millones de personitas grises en puestos para que estuvieran callados, a los que dio viviendas de protección oficial en una economía dirigida que creaba productos que no quería nadie, barcos y coches obsoletos, y haciendo que una zanahoria podrida arrastrara a un pueblo desesperado. Las mejores casas, y los mejores negocios se los llevaron los que comieron bien la polla al regimen, los que empezaron por la base y acabaron en la punta. Los enemigos y el resto se quedaban con la migajas que caían del plato.
Con la transición se hizo más de la mismo, los sindicatos se repartieron parte del pastel, porque en este país el que parte se lleva siempre la mejor parte, la mejor vivienda de protección oficial, la mejor subvención y el mejor contrato. Los partidos politicos engordaron a base de cochinillo, traje y coche oficial. Los comunistas engordaron tanto como los fachas, al igual que los socialistas y los peperos.
Los socialistas cogieron el pastel y se quedaron la mejor parte, y los peperos vinieron luego para coger el pastel y se volvieron a quedar la mejor parte.
El resto se quedaron las migajas.
Por tanto si no eres de ningún partido, ni has sido un empresario afín a cualquier poder o un sindicalista con algo de influencia, o un comepollas en la empresa privada y tampoco te han colocado en la administración pública y no tienes una familia rica la has cagado.
Porque aunque el sol queme y la cerveza sea muy fresca vas a tener que comer tanta polla, poner el culo o
recoger las migajas de lo que dejan los demás. Pero claro, también puedes ir por ahí robando azucarillos, pidiendo cigarros o cogiendo papel higiénico por los lavabos, porque eso en España lo aprendemos todos, desde los más tirados hasta la gente de buena familia... En cuanto se te presente una oportunidad pega un buen zarpazo y arrambla con todo lo que puedas, no se sabe lo que va a venir después...

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